El 20 de abril de 2017,  la LXIII Legislatura del Senado mexicano aprobó una iniciativa que establece que el 15 de agosto de cada año se celebre en nuestro país el Día Nacional del Cine Mexicano. 

El cine mexicano remonta su historia hasta la época porfirista, en 1896 el cinematógrafo fue presentado por dos enviados de los hermanos Lumiere al presidente Díaz. Poco tiempo después fue presentado al público y el éxito fue inmediato. No pasó mucho tiempo para que proliferaran los creadores mexicanos y para que Salvador Toscano se convirtiera en el primer cineasta mexicano.

Con la Revolución mexicana la producción cinematográfica nacional se detuvo, aunque Hollywood ya comenzaba a perfilarse como una potencia en la materia. Pero la semilla estaba sembrada en México y poco a poco otros realizadores irían confeccionando lo que más tarde se concentraría en la llamada Época de Oro del cine mexicano.

El cine mexicano resurgió en la denominada época del Nuevo Cine Mexicano. Aquí es donde encontramos un interés de creativos y del público por las producciones nacionales. Es verdad que las iniciativas gubernamentales no tuvieron el interés por la industria e incluso han existido varios casos de censura, sin embargo desde los años noventa el camino del cine mexicano tiene un rostro completamente distinto, tanto en los realizadores, actores y productoras, como un interés creciente del público. Así llegamos a los últimos años en donde hemos visto una proliferación de títulos y de ganancias en taquilla. Por supuesto el reconocimiento de Hollywood a directores mexicanos como Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, la internacionalización de actores como Diego Luna, Gael García Bernal y Salma Hayek, y la increíble carrera de Emmanuel Lubezki han influido para que haya interés en la industria cinematográfica nacional.

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