El actor Irrfan Khan, conocido en Occidente por películas como Slumdog Millionaire, La vida de Pi o Jurassic World ha fallecido este miércoles a los 53 años en un hospital de Mumbai víctima de un tumor neuroendocrino diagnosticado en 2018. Khan fue un puente entre Bollywood y Hollywood, el único que siendo estrella en una industria, la de la India, logró hacerse un nombre en otra, la de Los Ángeles, superando la estela de Saeed Jaffrey, Roshan Seth y Om Puri.
En marzo de 2018, Sahabzade Irrfan Ali Khan, más conocido como Irffan Khan, contó al mundo su enfermedad en un comunicado en el que se mostraba esperanzado, expresaba la intensidad del dolor y reflexionaba sobre la incertidumbre en la vida. Su mensaje generó gran cantidad de adhesiones en redes sociales, inundadas este miércoles de mensajes de duelo de sus compañeros de profesión. “La vida no tiene ninguna obligación de darnos lo que nos esperamos”, escribía en el comunicado, citando una frase de Margaret Mitchell. Después de iniciar el tratamiento, el actor pudo incluso actuar en su última película, Angrezi Medium, cuyo lanzamiento se aplazó en mayo por la crisis del coronavirus.
El actor nació en Jaipur en 1966. Hijo de un vendedor de neumáticos, tras fracasar como jugador de cricket empezó su formación en una escuela de teatro. A los 22 años, en 1988, ya actuó en la película de Mira Nair Salaam Bombay!, pero sobre todo trabajó en multitud de series de televisión. “Entré en esta industria para contar historias y hacer cine y me quedé atrapado en la televisión”, dijo a The Guardian en 2013. En esa misma entrevista mostraba su rechazo al término Bollywood. “No es justo. Porque esta industria tiene su propia técnica, su propia forma de contar muy alejada de Hollywood y basada en el teatro parsi”.
El primer contacto con el cine occidental se remonta al año 2002. El británico Asif Kapadia dirigió en India su primer largometraje de ficción, El guerrero, que ganó el Bafta a la mejor película británica. Esa popularidad le vino bien para dejar atrás la pequeña pantalla y recibir ofertas del cine, donde saltaba de policía a villano con suma facilidad, como en Maqbool (2003), una adaptación de Macbeth ambientada en Mumbai.
A la vez, no dejó de lado su crecimiento en el cine occidental: fue jefe de policía en Un corazón invencible (2007), de Michael Winterbottom, y en Slumdog Millionaire (2008), el filme de Danny Boyle que triunfó a los Oscar de 2009 con ocho estatuillas. Khan aprovechó para el salto a Hollywood en blockbusters como The amazing Spider-Man (2012), Jurassic World (2015), Inferno (2016) y La vida de Pi (2012), donde interpreta la versión adulta del protagonista, Dev Patel (que había sido su compañero de reparto en Slumdog Millionaire. Wes Anderson escribió para él un pequeño papel en Viaje a Darjeeling (2007). A Khan le vino muy bien la edad, en la que sacó partido a su rostro con ojeras y cansancio vital. Con Mira Nair repitió en El buen nombre (2006), pero rechazó encarnar bajo su dirección a un terrorista en El fundamentalista reticente (2012): a Khan le preocupaba mucho la imagen que proyectaba.
Khan, que deja esposa y dos hijos, trabajó en el doblaje en hindi de El libro de la selva (2016). Y también tuvo ojo para engancharse en un drama hindú pensado para los gustos occidentales y de autor como The Lunchbox (2013), donde interpreta un contable que entabla un romance epistolar con una infeliz ama de casa. La película arrancó su exitosa carrera comercial en el festival de Cannes. También trabajó en la comedia Piku (2015) e Hindi Medium (2017). En 2013, ganó el Premio Nacional de Cine de la India por su papel principal en Paan Singh Tomar (2012), un biopic sobre un campeón en carreras con obstáculos que se convirtió en un bandido a finales de los años setenta del pasado siglo. Su agente ha confirmado su muerte afirmando: “Falleció rodeado de su amor, su familia por la que más se preocupó. Se fue a la residencia del cielo, dejando un verdadero legado propio.
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