Una forma artística antigua.
Los orígenes del teatro se remontan a la antigüedad, donde las primeras comunidades realizaban rituales en torno a la caza o la recolección agrícola, y los hombres mezclaban música y danza, rindiendo homenaje mediante una representación dramática a los dioses. Esta mezcla de ritual, sociedad y manifestación sagrada, son factores comunes en la aparición del teatro en gran parte de las civilizaciones.
El teatro es una de las formas artísticas más antiguas de la humanidad, que con el tiempo se convirtió en un fenómeno a través del cual la sociedad podría exponer a modo de tragedia o comedia los sucesos de la vida real. Se basó tanto en historias reales como ficticias, donde los actores debía representar e interpretar diferentes roles y personajes.
A medida que este arte se fue desarrollando, se perfeccionó su técnica y otros elementos como los guiones, la escenografía, la música, etc., características que conformaron al teatro como un arte muy completo pero a la vez complejo, dependiente de muchos factores. A nivel social, esta expresión artística sirvió como espacio para la catarsis de actores y espectadores, donde se podían expresar las sensaciones y emociones más profundas.
Desarrollo del teatro en México.
La llegada del teatro a México tuvo, en un principio, un objetivo evangelizador. Según la plataforma del Centro Cultural Valle Oriente de Arte, Música y Cultura, el teatro fue dentro de las artes, el más importante a nivel colectivo, ya que sirvió como herramienta de los españoles para evangelizar a los indígenas mexicanos.
A medida que pasaron los años, el fin primero, asociado con la fe, quedó en un segundo plano, y de a poco, fue tomando una inclinación más cultural, al servicio de la sociedad. Los hombres no solo comenzaron a aprender sobre valores, tradiciones y costumbres a través del teatro, sino también a tomar este espacio como un momento de recreación e interacción de la comunidad.
Sobre el siglo XIX, el teatro en México se vio afectado por los conflictos en torno a Independencia, por lo que sufrió de varios años de estancamiento y olvido. Cuando el clima social y político mejoró, de a poco el teatro fue resurgiendo y con él surgieron varios personajes como Fernando Calderón y Manuel Eduardo de Gorostiza.
El siglo XX fueron tiempos de auge del teatro mexicano. En 1902 se formó la Sociedad de Autores Dramáticos, que tenía como objetivo documentar las obras de los autores de nuestro país, quienes con sus trabajos estaban comenzando a crear toda una revolución en el mundo del teatro.
Si quieres saber más sobre la historia del teatro en México, consulta el documento “Desarrollo y florecimiento del teatro mexicano: siglo XX”.
Otro hecho destacado de principios del siglo XX fue la creación de la Unión de Autores Dramáticos, teniendo como fin el fomento del teatro en México y la cultura en general. Recién 25 años después, en 1950, México vio nacer su primera carrera profesional asociada al ramo: la carrera de Literatura Dramática y Teatro en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En la actualidad, el Teatro ha pasado a ser, además de una arte, un espacio de reflexión y una profesión donde es necesario desarrollar técnicas y conocimientos.
Teatros mexicanos:
Desde hace varios siglos, el teatro está muy presente en nuestro país y se ha conformado como un propulsor de ideas, valores y emociones. Por ello, se han creado a lo largo y ancho del país numerosos recintos que tienen como objetivo ser un espacio para la representación de las obras. Entre los teatros más importantes de México se encuentran:
Palacio de Bellas Artes: su construcción llevó casi 30 años, paralizada en varias ocasiones por conflictos políticos y sociales. Se inauguró finalmente en 1934 y hoy es considerada la casa máxima de la expresión cultural del país. Se ubica en el Centro Histórico de la ciudad.
Teatro de los Insurgentes: nació a partir de una iniciativa empresarial con espíritu de rebeldía. Su construcción se terminó en 1953, con más de 1800 metros cuadrados de superficie. Es un centro cultural muy reconocido por su fachada, la cual fue adornada con un mural de Diego Rivera.
Teatro de la República en Querétaro: en su origen fue bautizado como Gran Teatro de Iturbide y se inauguró en 1852. En 1922 cambió su nombre para adoptar el actual y se convirtió en uno de los sitios de referencias cultural y social más importante del siglo.
Teatro de la Ciudad San Francisco: es uno de los teatros más nuevos e importantes del país. Fue inaugurado en 1993 y a partir de allí se ha convertido en un espacio protagonista de las actividades culturales del país por su espacio, su equipamiento moderno y su acústica inigualable.
Teatro Degollado en Guadalajara: con la premisa de crear un teatro para los habitantes de la ciudad, se comenzó la construcción de este espacio y se finalizó en 1866. Hoy el teatro es la sede de actividades nacionales e internacional, además del hogar de diferentes Ballets de la región y de la Orquesta Filarmónica de Jalisco.
Sitio Fuente: Universia México
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